Los chicos del Club de lectores participaron del
Concurso de Cuentos cortos y relatos del Instituto Superior de la Policía de La Pampa. Presentamos aquí, el cuento de Walter Videla Oppido que obtuvo el 2ºpremio a nivel provincial.-
UNA BOLSA MISTERIOSA
Por Walter Videla Oppido-1º1era.-
Son muchos los trabajadores de la fuerza pública o sea la policía. Los hay gorditos, flaquitos, pelados, altos, bajitos, serios, simpáticos, en fin como en todos los rubros. Pero hay una característica en todos ellos, que quizás no en todos los trabajos se encuentra, es la vocación de servicio y la dedicación. Ustedes dirán ¿ y cómo este chico sabe tantas cosas de ellos?. Bueno, yo les voy a contar, uno de ellos es mi papá.
A veces le pregunto a mamá: - ¿Y papá? Ella me dice:- Trabajando.-
Por ahí, pregunto varias veces durante el día: -¿Y papá?
Y mamá me contesta otra vez: - Trabajando
El trabajo de papá no es como el de cualquier otro.
Siempre dice mi papá: - Un policía debe estar alerta todo el día, por si alguien necesita de él.-
Les voy a confesar algo, lo extraño. De día trabaja, de noche, trabaja; sábados, domingos, Navidad, Año nuevo, feriados…trabaja
¿Pero, saben una cosa? Sé que hace lo que le gusta y el poco tiempo que compartimos me lo dedica el cien por ciento.
Todo esto se los cuento porque quiero narrarles un suceso, que le ocurrió hace algún tiempo, cuando yo era más chico.
Salió a recorrer junto a un compañero en pleno julio a las dos de la madrugada, estaba helando y lo único que les mantenía el cuerpo tibio era la caminata, refregándose las manos y hablando de bueyes perdidos, de pronto escucharon unos perros. Les llamó la atención…¿Por qué peleaban estos perros en la quietud de la noche?- Se preguntaban
Seguramente estaban avisando algo o daban el alerta sobre alguna irregularidad.-
Mi papá y su compañero fueron acercándose de a poco. A lo lejos, veían un bulto extraño y misterioso, se movía, muy, muy poco, pero se movía. Esto más los intrigó y no paraban de comentar y hasta con resquemor se iban acercando un poco más.
- ¡Fuera, fuera! – les decían a los perros que se encontraban muy nerviosos.
Papá sacó su linterna y fue alumbrando la bolsa, era sucia con nudos.
- Ah, ya sé- le decía su compañero -son cachorros que abandonaron
Papá no se convenció, sospechando otra cosa, delicadamente fue desatando los nudos de la bolsa. Se escuchaban como ruiditos y de pronto, estalló el llanto de un bebé.
Sí amigos, aunque no lo puedan creer, habían abandonado un bebé.
Papá y su compañero se desataron en llanto, junto al bebé y dieron parte enseguida.
Llegó la ambulancia y se lo llevaron para atenderlo. Detrás fueron estos dos policías súper emocionados. El bebé estaba con un poco de hipotermia, pero lo superaría, así dijeron los médicos.
Luego de esto y ya más tranquilos, se sentaron en el pasillo del Hospital, felices por el bienestar de la criatura.
Mi papá es el que me cuenta que no sabe porqué el bebé habrá sido abandonado, pero que siempre me dice:- Hijo, la gente, a veces, hace cosas malas, en medio de su desesperación.- También, me enseña que no tengo que juzgar.-
El tiempo pasó. Nos contaron que el bebé fue adoptado. Nos enteramos porque mi papá quiso saber de él. Y con orgullo me dijo que lleva los nombres de los policías que lo encontraron: Dante (como mi papá) y Alejandro ( por su compañero).-
Mi papá es un héroe… ¿Vieron que no es un trabajo como cualquier otro?
SEUDÓNIMO: WAL- 1ºAÑO SECUNDARIO
CATEGORÍA: NARRATIVA- CUENTOS CORTOS Y RELATOS
